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Ya es imposible continuar esta farsa. El presidente debe abandonar su puesto por los gravísimos errores cometidos. Su correspondencia con un delincuente al que le da ánimos y abrazos para que «aguante» deja pocas dudas a la existencia de una trama que alcanza mucho más allá de Rajoy, en un partido que puede estallar por los aires de un momento a otro.
Los que se resisten a este inevitable final aluden a que Bárcenas está en la cárcel y que el gobierno no ha movido un dedo para evitarlo. Se olvidan de los vergonzosos SMS, casi suplicantes de Rajoy a un presunto delincuente. Rafael Hernando, portavoz del PP en el Congreso los intenta camuflar con total descaro en «SMS de cortesía». Y es para preguntarse ¿cortesía con un tipo que presuntamente ha robado una colosal fortuna y que amenaza al gobierno de la nación con tirar de la manta? ¿Pero es que este gobierno nos toma por un cotolengo de descerebrados? ¿Qué clase de cortesía hay cuando Rajoy escribe a Bárcenas: «Luis, nada es fácil pero hacemos lo que podemos. Ánimo.»  Lo que se trasluce en el mensaje, además de connivencia, es miedo, mucho miedo. Ya hubieron demasiadas y sospechosas cortesías por parte del PP y de su clase dirigente con este individuo que hoy está en la cárcel y del que reniegan, pero que hasta hace bien poco y a pesar de estar «despedido» se le permitía mantener despacho en Génova, coche oficial y otras consideraciones y reverencias.

No, ni Rajoy ni el Partido Popular han actuado ni por asomo con ejemplaridad ante este escándalo que ha erosionado gravemente al gobierno de este país. Por más que intenten salpicar a todo el mundo con sus pestilentes heces, Bárcenas no es responsabilidad del PSOE ––este partido tiene su propia cruz en Andalucía por la que, también, tendrá que dar cuentas –– ni tampoco del resto de la oposición, ni de la prensa, ni ¡faltaba más! de los ciudadanos. El otro día fueron insultantes las manifestaciones de Carlos Floriano al intentar, sin lograrlo, hacernos partícipes a todos de esa gigantesca mierda que supone el Caso Bárcenas, olvidándose que Bárcenas es su mierda, su tesorero militante, su senador, el que ha estado más de treinta años mangoneando a placer el partido bajo la mirada complaciente y permisiva de los Aznar, los Rajoy y demás altos prebostes del PP.

No es decente desde ningún ángulo seguir empecinados en falsear la situación como si aquí no pasara nada. «El no nos preocupa» de Soraya Sáez de Santamaría y de algunos dirigentes del PP es un escupitajo a todos los que aún creemos en la necesaria decencia y honradez que debe amparar la gestión política. Porque si a ellos no les preocupa ese estercolero donde habitan, al resto de los ciudadadanos sí nos preocupa y nos avergüenza en mucho. ¿Cómo pueden continuar como si nada? ¿Qué garantías tendrán las futuras medidas de un gobierno cubierto de sospechas y basura hasta las orejas? Y lo que es peor: ¿Qué respeto tiene esta gente por el pueblo que gobiernan?
No solo están gestionando España para beneficio de unos cuantos sirvengüenzas sino que el propio poder está instalado en la golfería y la amoralidad más abyecta. Porque si este gobierno fuera realmente democrático y escrupuloso con la obligada moral y honradez que debe guardarse en el ejercico del poder, ya habrían hecho las maletas. Ayer mismo, si me apuran.

j.m.boix